Demasiadas arrugas en tu frente,
yo tan blanca, él tan serio.
Debes estar ovulando, él le sugirió, mejor hablamos un rato.
Contáme de tu sueños,
qué anhelas y cuánto tiempo de tu día pierdes haciéndolo.
Pensé si era justo considerarlo tiempo perdido.
Sé que sería un infierno aprender a amarlo.

Es confuso, no hay sentido,
el tiempo que espera hoy, corre mañana, alcanza mis pisadas, me encuentra soñando.
Dime, mientras piensas,
cuánto tiempo de tu vida pierdes anhelándome, y cuánto perderías a mi lado.
Vuelvo a pensarlo, ya no sé como llamarlo,
pero aún imagino como tú lo etiquetas,
y me da miedo, temo el fracaso.

....febrero, 2007....