Una mañana y la ciudad me ataca, su asfalto contra mi cara, un niño en mi mirada.
Terrible suicidio de la catástrofe invernal.
El frío en mis sentidos bloqueando cualquier sentir.
No, no sé lo que será, mucho menos lo que prefiero, si estás acá o a lo lejos.
Te veo, creando tontas canciones a mi lado.
Te veo, inventando caricias, tristes torpezas, pura brutalidad.
Mi día empieza, otro más que va a terminar
y otra pieza de este rompecabezas que haciendo tiempo empiezo a armar.
Salteando palabras, sintiendo en mi espalda vibraciones extrañas por parte del sol.
Me encuentro errada, y al buscar en mi mirada aquello que me falta, la ausencia de coherencia me deja mal parada.
Escribe y escribe, no puede parar, sugiere que duele pero no lo dice en verdad.
Si así fuera, todos los caminos, uno a uno, y aún el más cortito, caerían poco a poco en la vana soledad.



mayo....'07.... chachu....en apuros....

Escucha la poesía del agua cayendo tras las huellas del viento que vuela sin rumbo ni lugar.

Aquello que el tiempo simula borrar no es más que un recuerdo con un bello disfraz.
Escucha los gritos del calor audaz que imita al verano en plena tempestad invernal.
Los cambios que acontecen son tan solo la vida real.
Los cambios que adolescen no pueden más que lastimar.
Veo solo lamparitas en lo alto y en el mar,
viejas lucecitas con un poco de verdad.
Esperanzas robadas, ganas perdidas de empezar.
Muchas calles y ciudades.
Miles de historias que contar, y cada una es una vida, y cada una son mil más.

Chachu…. algún momento del 2004… cada momento es eterno en la infinita y odiosa memoria….

Queda aún demasiado cielo, desarmado en piezas, casi mil piezas.
Me asusta tanta inmensidad, derriba mis caricias con una calma amena.
Su nombre no es el de una morena, ella busca en cada momento “felicidad”.
Espera en un bar, escribe sonetos mientras lo busca entre miradas equívocas y dolor de panza.

Su lapicera al fin puede escribir lo que su mente sucia necesita extirpar.
Todos la creen loca porque busca enloquecer, hoy la lluvia la acompaña, no esperaba que la calle tan húmeda terminara.
No esperaba que su cielo la moje hasta el alma.
Busco asilo en el olvido, mis cuerdas, incontrolables condenas de parte del ayer.
Te escucho gritar, no por mí, y es verdad que algún día tendremos que volar.
Y si esta nueva ruta que encamina tu mirada te recuerda que el sonido del dolor es lo que intimida este amor,
entonces mis letras aburridas por si acaso pisaré, y borraré cualquier rastro de pena furtiva.
Que el amigo del quizás me deje llena la conciencia para seguir ya no entre tinieblas,
para reír hasta que me duela, para mentir hasta que me creas.
Y si no me crees, mi humor te revelará el pigmento de este sentimiento que se vuelve agua, y agua turbia será;
y se volverá tierra que volando entre mil penas hará que de una vez por todas creas que lo que siempre digo es siempre la verdad.


chachu... 14/04/2007... el 123 habla a través de mi....



¿Qué pasó después del ocaso?, yo te seguí buscando y sin embargo el dolor volvió.
Aquél huracán que por tiempos dorados no lograba cesar, en tiempos concretos no quiere soplar.
Presente te espero, futuro te olvido, pasado te anhelo tan en vano.
Susurro sonidos, me pierdo en las no palabras de amor.
Mi panza me irrita y también tu sabor.
Tres kilos abajo, tres seres humanos, todo un solsticio embriagados, soledad sin secretos y calor.

....chachu....