Solo veo tu espalda, nada cambió desde aquel día,
un par de años luz y una tez sombría.
Tus ojos rojos son, hasta ayer eran normales.
Hoy me cuesta reconocerme en ellos, miro tu piel y tus lunares.
El cielo está sucio, ni una estrella brilla ya, color violeta avanza, veo avanzar la tempestad.
La lluvia empieza, las gotas caen sobre mí, y vos a salvo estás.
No mires tras de mí, haz que tus ojos se detengan antes de partir,
mirá mi miedo y gritálo por ahí,
temo aún estar sola, parezco tenerlo todo, y ya no puedo huir. (Diciembre, 2004)



Sos el frío que entra en mis huesos,
sos el frío que acaricia mis manos,
sin querer te evito,
es que sin saberlo me haces daño.
Enfrías mis pies, imposible es moverme,
imposible es sentir.
sos el frío que sin querer estoy evitando,
porque sin saberlo me estás lastimando.
(2001)
Él me dijo que mi panza era suave y por eso le gustaba.
Me dibujó en un poema de rimas esclavas que no podía comprender.
Yo escapaba a su calor, conciente del peligro.
Él me dijo que no le importaba si hablaba de más o si mis chistes no lo hacían reír.
Que era mi problema si no podía discernir entre sentir y vivir.
Yo le aclaré lo que sentía y ese fue nuestro fin.
Y quizá al negarlo me niego sufrir.
Todo está tan claro –él tranquilo pensaba,
Pero yo sigo sin entender su poema de rimas esclavas.
(Mayo, 2004)

Porque soy la primera y la última,
yo soy la venerada y la despreciada,
yo soy la prostituta y la virgen,
yo soy la madre y la hija,
yo soy los brazos de mi madre,
y soy la estéril y numerosos son mis hijos,
y soy la bien casada y la soltera,
yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
yo soy el consuelo de los dolores de parto,
yo soy la esposa y el esposo,
y fue mi hombre quien me creó,
yo soy la madre de mi padre,
soy la hermana de mi marido,
y él es mi hijo rechazado,
RESPETADME SIEMPRE,
porque yo soy la escandalosa y la magnífica.
(Himno a Isis, S III o IV, descubrimiento en Nag Hammadi)
Blancas olas y espuma de mar,
el cielo se cierra y empieza a relampaguear.
Las nubes son negras y espíritus rodean,
la playa se llena de almas al amanecer.
Solitaria la arena, se apega la tristeza,
recuerdo tus ojos en el brillo lunar.
Tu piel me refresca como agua en la noche,
y el tímido viento detiene mi andar.
Espuma te siento, mis sentimientos son agua.
Resolana alumbra tu mano en mi cuerpo.
El cielo está oscuro, aparece una estrella,
se aleja la tormenta y te veo resplandecer.
Calman mis ganas tus tímidos besos,
agitan mi mente tus dulces secretos.
Se enciende en mis ojos el miedo a la muerte,
y olvido el retorno, no quiero vovler.






Sos mi parte oculta,
mi más extraña concepción del mundo.
Sos la mejor razón de mi locura,
y el eterno mar negro en el que me hundo.
Sos tanto como la nada misma,
como la clara luz de una mirada.
Sos de a ratos toda un vida,
como una dulce carretera infinita.
Tanto me cuesta sentir a escondidas,
la pena que no calmará este día.
Tanto lastima verte distante,
con dolor te recuerdo a cada instante. (2003)








Soy dos mujeres: una desea tener toda la alegría, la pasión, las aventuras que la vida me puede dar.
La otra quiere ser esclava de una rutina, de la vida familiar, de las cosas que pueden ser planeadas y cumplidas.
Soy el ama de casa y la prostituta, ambas viviendo en el mismo cuerpo, y una luchando contra la otra.
(Once minutos)
Siento, a pesar de tus dulces palabras, que es mentira todo lo que decís.
No puedo evitar sentir el miedo que poco a poco me va invadiendo.
No imaginás lo que daría por no sentir esto que lastima.
Tus ojos me muestran tantas cosas lindas que frente a ellos me siento pequeñita.
Ante vos el mundo parece mágico,
entre tus brazos siento que todo lo puedo y de tu mano puedo volar al cielo.
La ciudad hoy me muestra su otra cara, la que muy pocos saben ver.
No puedo todavía comprender el miedo que inunda mi ser.
Bajo cataratas eternas de miel me gusta de tu mano recorrer aquellos sentimientos que al parecer muy pocos han de conocer.
Cantando en mi mente canciones de melancolía,
cada canción dibuja tu nombre en melodías.
En las tinieblas de mi soledad, aparece como nada tu silueta,
y tus sentimientos que de día parecen muertos,
de noche rozan mis sueños inciertos. (2003)
Domingo por la tarde, tarde lluviosa.
La mugre avanza, mis hilos más negros están.
Todo va a estar bien si nos calmamos solo un poco, y dejamos de respirar raro.
Veo fotos de mi futuro, un presente dormido y un pasado infeliz.
Oigo que tu voz se vuelve cada vez más suave y eso me da tranquilidad.
Todavía no tenés que irte. El día es largo y no hay que trabajar.
El frío no ha llegado, aún es temprano y la carrera está por empezar.
Las pieles van avanzando y la seda se siente por todo el lugar.
¿Cómo sé que no voy a sufrir cuando terminemos de sentirnos?
Es todo lo mismo, sos tan igual que no me creerías, tan igual a los demás. (Febrero, 2005)
En el crepúsculo de una mirada,
muere el deseo de un extraño ser.
Sobre los huesos de tu cuerpo se extiende brillante el sol,
y los besos de otro amor
carcomen de a poco mi piel. (2003)


Palabras que no me dicen nada,
tu voz se la lleva el viento,
el sol acaricia mi otoño,
y el frío desabriga las pieles.
Con mucha fuerza extiendo mis dedos,
con dolor aprendo a perder mi razón.
Tantos años clavan una eternidad,
demasiado tiempo para creer que es verdad.
Luces violentas que despiertan mis ojos,
raros brillantes que adornan mi cuerpo.
Tenés todo lo que inunda mi ser,
y sin embargo te merecés mucho menos que eso. (2003)
Una eterna bolsa de sentimientos tengo durmiendo en mi pecho.
¿Cuándo despertarán?
Tan ansiados tus besos guardo en mis secretos,
y recuerdo tu piel en mi tan oscura travesía al olvido. (2003)
Tus pieles se van quedando de a poco en el camino.
Como un ángel desnudo te asomás a mi mundo.
Nuestros dedos se mueven como siguiendo melodías.
Gritamos nuestros sentimientos en la noche tranquila.
Suspiramos bajito canciones al amor
y también al deseo que esta noche nos juntó.
Desaparece la vergüenza que una vez me inundó.
La tristeza encontró lugar en otro pecho angustiado.
Me olvidaba decirte algo,
y por si no me escuchabas grité.
Vos también te olvidabas decirme,
y gritaste más que yo.
El amor quedó expuesto en la silenciosa habitación.
Te describí miles de veces,
y esta vez olvidé tu rostro.
Nada nos importaba,
no había prioridades entre nosotros.
Nada separa nuestros pechos adoloridos.
Nada se interpones en nuestra conexión,
y lo que antes nos molestaba ahora ya desapareció. (2003)
“NO ENCUENTRO AÚN EL PODER DE TU ATRACCIÓN, O EL VIOLENTO ARREBATO DE AMOR CUANDO HUELO TRAS TU PASO EL PERFUME DE UN OCASO, Y VEO EN EL AIRE LA ESPUMA DEL MAR”. (2002)