Partimos de Ezeiza; una vez dejado Buenos Aires atrás llegamos al paradisíaco “Free shop”, paradisíaco hasta ahí nomas, nunca podría comprar algo ahí, pero la verdad que los toblerones gigantes, los extravagantes perfumes y marcas de corbatas me hicieron creer que realmente había llegado al paraíso (al cual no creo pertenecer), ilusión que murió cuando me fui con las manos vacías y apurada por una muchacha muy simpática que nos gritó: “TACA-LIMA”, ah sí!, nosotras, ese vuelo es nuestro…
Me di cuenta que realmente este viaje tan esperado estaba finalmente comenzando cuando pasé por el pasillito que lleva al avión… entré… me senté… arrancó despacito… arrancó rapidito… y despegó… Y DESPEGÓ!
Bien, una vez entre las nubes no pude creer lo que veía. EL OTRO LADO DEL CIELO!! Si… el otro lado, la parte que nunca vemos, el lugar donde las nubes tienen dimensiones, formas, relieves; las nubes tienen vida y ahora yo era parte de ellas… cuánto subestimamos al cielo… si la gente viera más seguido lo que yo estoy viendo no podría cotidianeizar esta maravilla como lo hace…
Verlo todos los días tan disponible para nosotros hace que quizás se nos llenen de desencanto los ojos… pero qué es el cielo para alguien que ha sido privado de verlo por mucho tiempo?... pues así creo hoy que deberíamos sentir cada vez que nos proponemos admirarlo.
Cuando me muera yo quiero ir al cielo, pero no con Dios… con las nubes!
Son las 11.00 am (hora Arg) y Sole está muy inquieta, no encuentra su posición para dormir. Yo, creo que no tengo sueño. Hay un tercer chico sentado con nosotras, colombiano, vino a Argentina a estudiar y después de cuatro años y algo (él tenía bien contados los meses, días y horas de una manera muy nostálgica, pero no los recuerdo) volvía a su país con su máster en administración aprobado. Eso ya no me asombra, figurita repetida; esa historia la escuché muchas veces… demasiadas… a este chico ya lo conocí mil veces… pero en otros lugares y con diferentes nombres…
Esto lo escribí en mi viaje Bs.As.-Lima el 29 de febrero… luego Cusco, y luego el camino del Inca… y no escribí más nada… y es que no encontré ya las palabras para poder describir esos cuatro días de caminata, cuando supe que mi vocabulario era tan limitado… me relajé y disfruté con locura… no hay crónicas… todo en mi cabeza… y eso es suficiente…
7 comentarios:
Sí, hay veces que las palabras no logran describir lo que se ve y/o lo que se siente, o al menos no en el mismo momento y hay que permitirse disfrutarlo pero completamente.
Un abrazo
Envidiable lo tuyo nena!!
Bienvenida a la Argenita, artista exclusiva de Te-le-... no lo puedo seguir porque sino la gente sabría dónde trabajás jojoj.
Te quiero nena
Besotes
Qué quise decir con Argenita?? No, yo tampoco.
qué lindo que hayas vuelto! pero qué lindo también que te hayas ido!
te quiero ver...
Lo bueno es q uno siempre vuelve.
Welcome to the jungle.
Saluditos.
Y en nuestra retina, quedan grabadas las mejores fotografías, no?
No hacen falta palabras... todo está dicho en tu sonrisa de oreja a oreja.
Feliz Regreso!
Nena! Te quiero, quiero también escuchar las razones del mal humor, quiero ver tus fotos, quiero quiero quiero!!!!
Usá a tus amigas para que el humor se te transforme en bueno, y no para contagiarlo!
Veámonos, urgente. Ya. Ahora. En este mismo momento, haceme todo lo que me prometiste en el comentario de mi blog, jajajaja.
Besotes.
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