....Y pensaba que si mientras yo creía (segura) estar dentro del subte, en realidad todo era producto de mi imaginación y yo me encontraba del otro lado, o mi espíritu, mi alma, mi ser, mi algo.
....Y ese llamado de "último tren de pasajeros" me avisaba que debía entrar pronto o mi vuelta a casa se convertiría en dos segundos en el peor infierno, cuando las puertas del vagón se cierren y yo me quede dura, quieta, sumisa, viéndolo alejarse, queriendo detenerlo, en vano.
....Pero no, todo lo que imaginaba no era así. No despertaré de ningún sueño, esperando en el andén, pensando qué hacer.
....Estoy bien despierta, sentada en el subte, llegando a destino, tratando de evitar, otra vez, que mi mente vuelva a volar e intente confundirme entre lo onírico y lo real....

chachu....diciembre....

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