Solía esperar el amanecer, y pensar en vos como una idea lejana.

Nadie depende de nosotros, ¡somos libres!

Nadie espera vernos crecer… sigamos niños.

Estamos así, tan fuera del mundo y lejos de todo.

¿Que podemos ser?

Solo dos adolescentes descalzos, corriendo, jugando a no ser, jugando a crecer, jugando a querer.

Solo por si acaso el cielo decide cambiar, sabés que aún te espero en el centro de la gran ciudad.

Rutas amargas y este sol fugaz.

Risas comprometidas, jurás que no es verdad.

La lluvia y el viento irritan, calles, más calles y con ellas soledad.

Solo por si acaso el cielo decide cambiar, sabés que aún te espero en el infierno de la gran ciudad.

Solía pensar en vos como una idea lejana.

¡Somos libres amor!

(Marzo, 2005)

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