El despertador suena, 5:25am, me tengo que levantar a las 6:00 pero me gusta esa sensación de que aún me queda un rato más para descansar. Vuelve a sonar a las 5:45… 5:50 y finalmente a las 6:00, momento en el que me despierto luego de dos intentos fallidos… y todas las mañanas es lo mismo.
Elijo la ropa, aunque en realidad me pongo lo primero más coherente que encuentro. Agarro mi morral, cierro mi pieza, bajo las escaleras, momento en que aprovecho para atarme el pelo. Noto que ya está demasiado largo, me llega casi a la cintura, debería cortármelo, pero no tengo tiempo… y todas las mañanas pienso lo mismo.
Una vez en el baño me lavo los dientes, me lavo la cara, no me maquillo (nunca lo hago), me pongo desodorante, perfume y salgo.
Llego al tren, muestro mi abono, el cual compro religiosamente todos los meses para evitar la extensa cola en la boletería y las desalentadoras muecas de quienes trabajan ahí.
-Buen día - le digo al guarda
-Buen díííía - me responde estirando un poco más la “i”.
Subo al tren, un poco apretada, no tanto como para estar incómoda; ni tan poco, de manera que puedo oler el olor a naftalina de algún abrigo, el aliento desagradable de algún fumador, el perfume fuerte de alguna señorona o el shampoo de algún cabello femenino. Y todas las mañanas lo mismo… y es la misma gente, aunque siempre es diferente. Nunca son los mismos pero en realidad son siempre iguales.
Siempre en el mismo vagón, en el mismo tren, a la misma hora, llego a destino. Bajo, voy con ritmo apurado, sólo para seguir el paso de los otros aunque yo misma no esté apurada.
Molinete del tren, molinete del subte, mismo lugar, misma puerta, donde sé que encuentro un asiento libre seguro y por la cual bajo justo a la escalera mecánica.
Bajo del subte luego de dormir media hora en el viaje. Subo a la escalera, y cuando pasa por los ventiladores me sostengo la pollera para que no se vea nada. Sé que nunca se ve nada, pero igual lo hago, por las dudas viste… y lo hago… todas las mañanas (y casi todas uso pollera también). Espero la D, que siempre tarda mucho; escucho los mismos insultos por esta demora. Llego a Catedral, subo a la superficie, luz natural otra vez… camino ahora sí apurada porque estoy llegando tarde, y siempre llego tarde, pero llego… y sí, siempre la misma gente en el trabajo, el mismo idiota con la misma alegría de todos los días por estar laburando ahí. Las mismas personas quejándose siempre de lo mismo, que es lo mismo de lo que me quejo yo. El mismo mate, las mismas “sonrisas de plastilina” cada día menos sinceras. Trato de sobrevivir esas 9 horas como puedo… y los mismos inútiles de mis jefes… a quienes nadie les enseñó ni medio de respeto y buena educación… y se creen más importantes de lo que son porque tienen un cargo inventado… y quizás los problemas no son siempre los mismos… pero mi estado mental, desganado y aburrido, sí lo es.
Salgo y hago 2 horas de tiempo antes de entrar a la facu, en cualquier lugar menos en ese trabajo asqueroso… y siempre son los mismos caminos… Perú, Corrientes, Libertad, Talcahuano, Av. De Mayo, Florida, Rivadavia… y Callao, finalmente Callao, camino lento y llego a exacto horario, y media, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Y será lo que toque ese día… y eso es lo único que varía… estudio y tomas, laboratorio b y n, historia de la fotografía… y así… y así… y así…
Subte de vuelta, tren, colectivo, casa, comida, ducha, soledad, cama, descanso… soledad…
Termino mi día, esperando que el siguiente sea al menos en algo, en lo más mínimo un poco diferente… que me lo encuentre a él, mientras camino por la calle y vayamos a tomar un helado, que me llamen de algún laburo para tener una entrevista, que el mundo se vuelva silencio, y en ese silencio sólo se escuche el sonido del viento…
Pero no, llega el otro día, y todo es igual, y SIEMPRE ES IGUAL, irremediable cotidianeidad, la rutina me asesina…

chachu... marzo '08... cansada... y todo esto recién empieza...

15 comentarios:

Silvina dijo...

Desalentador...

Pero nena, si querés te ayudo y podemos hacer de nuestros días, momentos inolvidables jajaj... cuando la gente sale conmigo en la calle pasan cosas imperdibles... tomalo en cuenta, nos podríamos divertir mucho ojjojo...

Novedades!! Quiero novedades...las tenés?? De esas de las que hablábamos ayer...
Besototes, te quiero

Lucas dijo...

Como están de quejosas las chicas hoy!!!!!
Prometo que desde aquí haré toda la fuerza posible para que algo distinto ocurra, concentraré toda mi energía para que de una vez por todas ese maldito ventilador cumpla su objetivo :P
¿Dónde quedó la idea de llegar a viejas con alegría?
Saludos.

Marcelo dijo...

Fuerzas Chachu, ya va a llegar el día que cortes con la rutina y empieces a disfrutar, es tratar de proponerselo y ovbio conseguir un laburo más cerca, yo por suerte trabajo en casa y manejo mis tiempos pero lo logré después de muchísimas rutinas. No me afloje. Besos.

Mar y Sol(a veces tenue y otras no) dijo...

el mejor remedio cuando uno anda en crisis rutinaria es hacer la de uno y que lo demás resbale...y a veces ahí es cuando la vida te sorprende.
Un abrazo renovado!

Rocío dijo...

todo es una rutina, nadie se salva. Yo no trabajo en este momento (pero cobro, eso si!) y de todas formas llevo una rutina que me cansa, y puedo hacer mil cosas, pero supongo que está en la naturaleza del hombre la rutina, los horarios, cosas que uno hace todos los días religiosamente vaya uno a saber por qué.

Cambiá de laburo, cambiá de rutina... encontrémonos antes de que entres a la facu, estamos a 3 cuadras, tu facu de la mia, digo. Tomemos un té, intercambiemos tres palabras, un abrazo y cada una para su lado. Es algo nuevo... tal vez ayude.

te quiero!

un saludo al idiota que ama ese trabajo, qué alegría no verlo más!! (2 thumbs up! solo para entendidos jajajaja)

Rocío dijo...

pd: tu jefe es un puto

Anónimo dijo...

chachulin, no suelo firmar
pero simplemente te digo que me gusta como escribis
y que te quiero mucho amiga!
besooo
a ver si esta vez puedo!!!

Bar

*AntagoniSta* dijo...

Vamos a regenerar la falta de tiempo...
Hagamos un gran ensayo, viaje en trenes sin retorno... con explosiones desde la esencia más viva, hablando, visibles a lo invisible, invisibles de rutinas y tic tac...
Una idea difícil y boluda. I know, pero alentadora a la hora de no morir atrapada entre un minutero y un segundero.

Hace tiempo, opté por hacer que media hora de mí día sea de "no rutina", un autoengaño que hace que las 10 horas de rutina pertinente no sean tan horriblemente insoportables.

Juan dijo...

Me gusto muchísimo esto que escribiste, es increíble como todos perdemos el aula en cómodas cuotas de sueldo. Suicidio socialmente aceptado.

Silvina dijo...

jajaj gracias chachulina por el premioooo!!!!!


Primero voy a pensar bien a quién entregarlo viste...es difícil...


Te quiero!!!

Hada con botas dijo...

Jaja che ¿por que me siento tan identificada con eso que contas? viajas en el Roca? jaj
Insoportable todo, viajar como ganado, correr y correr sin sentido, aguantar al imbecil del jefe que gana el doble, el triple que vos y capaz no sabe ni leer!

la concha de dios

Saluditos señorita muy buen blog

Xaj dijo...

"y es la misma gente, aunque siempre es diferente. Nunca son los mismos pero en realidad son siempre iguales"

Nuestras vidas son estatuas de sal. Guirnaldas de un carnaval que vemos desde la vidriera.

Esta bueno darse cuenta que la nieve es falsa mientras los demás ríen bajo las pancartas.

Cagarnos de risa del corso a contramano.

Saluditos chachu.Muchos

Silvina dijo...

Te queremos leer putarraca... o pura como me gusta decir en inglés.
Te quiero.



Jorge.

Jorgelina Mandarina dijo...

Y yo que daria un poco mas que mi vida para poder vivir esa sensacion. Y entran en el mundo de ultratumba, y el olor a subte, y la gente tan apurada que parece que yo voy en camara lenta... Y las corridas interminables en la 9 de Julio. Y las nubes de Buenos Aires.


Tu blog, realmente un descubrimiento... Precioso...


Saludos!

Micaela Ganzó dijo...

si me dejas, yo te cambio el viernes

;)